12-NIGHT HOLY LAND & MEDITERRANEAN

Este pequeño puerto de la costa jónica es tu puerta de entrada a la antigua Olimpia, sede de los Juegos Olímpicos originales. Olimpia conserva monumentos tanto atléticos como mitológicos, muchos de los cuales datan del año 776 a.C. Lo más intrigante es el estadio, que sigue en pie, y el gimnasio. Esta ciudad portuaria griega es también la puerta de entrada a uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo, las ruinas de la antigua Olimpia. Puedes revivir la gloria de la antigua Grecia en tu crucero por Katakolon. Como cuna de los Juegos Olímpicos, en el gran estadio aún resuenan los vítores de las primeras superestrellas del deporte. Entra en el estadio y posa en los bloques de salida de mármol donde una vez estuvieron los primeros maratonianos. Conduce por los pequeños pueblos griegos de camino a la playa de Kouroutas y pasa tres horas relajándote bajo el sol, nadando y empapándote de un perfecto día de playa griega. Empápate de las preciosas vistas del paseo marítimo de Katakolon mientras saboreas especialidades griegas tradicionales, como pastitsio o moussaka, en una de las pintorescas tabernas y cafés que ofrecen mesas al aire libre a la sombra. Y, por supuesto, en los menús siempre abundan los calamares y otros mariscos frescos traídos por los pescadores locales.

Atenas trajo al mundo el drama, la historia, la poesía y la filosofía. Antaño sede de los imperios más poderosos y civilizados del mundo, Atenas es ahora el principal parque arqueológico del mundo. Las altísimas columnas del Partenón siguen en pie en homenaje a la diosa virgen Atenea. El Partenón se encuentra en lo alto de la Acrópolis ateniense y vigila la ciudad, donde puede verse desde casi cualquier punto de Atenas. No dejes de visitar el increíble Museo de la Acrópolis en tu crucero a Atenas. Fruto del esfuerzo conjunto de dos arquitectos, uno estadounidense y otro griego, este extraordinario edificio se terminó y abrió al público en 2009. Se centra principalmente en el periodo griego que se remonta al año 5 a.C., considerado la cúspide del arte, la cultura y la filosofía en la antigua Grecia, pero también tiene artefactos de las Edades de Bronce, Romana y Bizantina. Hay incluso una pasarela de plexiglás desde la que se puede contemplar una sección excavada de un antiguo barrio ateniense. Además de abundantes riquezas históricas, la Atenas moderna tiene mucho que ofrecer: desde pintorescas playas hasta restaurantes de magnífica cocina mediterránea y bulliciosos mercados centrales.

Antaño capital de la provincia romana de Asia Menor, esta ciudad costera es ahora el sueño de cualquier arqueólogo. Las ruinas de Éfeso, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, impresionan incluso a quienes conocen otras ciudades antiguas del mundo. Aunque se llevan realizando excavaciones desde hace 150 años, sólo se ha descubierto el 20 por ciento de la ciudad. Este antiguo centro bancario y comercial griego es rico en lugares históricos, como el Gran Teatro, el Templo de Adriano y el Templo de Artemisa, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. En tu crucero por Europa, echa un vistazo a la Biblioteca de Celso -construida en el año 117 d.C.-, formada por altísimas columnas resaltadas por la estatua de la diosa de la sabiduría.

Mientras estés en el mar, tómate tu tiempo para recargar energías antes de la siguiente aventura. Túmbate junto a la piscina, déjate mimar en el spa, saborea los manjares o explora los lugares a bordo, hasta llegar al siguiente destino increíble.

HAIFA, ISRAEL

La ciudad más grande del norte de Israel tiene una historia increíble.

Esta espectacular ciudad se eleva espectacularmente desde el Mediterráneo sobre laderas en terrazas, que culminan con el monte Carmelo. Desde ese punto de vista en un crucero a Haifa, todo el mundo parece estar a tus pies. En un día despejado puedes ver el norte hasta la frontera libanesa, así como el monte Hermón nevado al este. Viaja a Galilea, la exuberante región de Israel y escenario de la juventud de Cristo. Aquí Jesús fue bautizado y predicó. O bien, párate a orillas del río Jordán, visita el lugar donde Cristo pronunció el Sermón de la Montaña, acércate a la gruta de Nazaret donde el Arcángel Gabriel se apareció a la Virgen María, y disfruta de las vistas panorámicas del mar de Galilea. Disfruta de un almuerzo en un kibbutz o en un restaurante.

Sagrada para tres de las principales religiones del mundo, Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo. Con una historia que se remonta al año 4000 a.C., los estragos del tiempo y los conflictos generacionales no han desmoronado su fascinante arquitectura. Contempla el Muro de las Lamentaciones, que es todo lo que queda del legendario Segundo Templo, observa cómo la luz del sol rebota en la Cúpula de la Roca, de tejado dorado, o en la resplandeciente Mezquita al-Aqsa, de plata.

Situada a menos de una hora en coche de Ashdod, te sentirás arrastrado por la magnitud y la belleza de esta preciada ciudad. Pasea por la Ciudad Vieja y seguro que encuentras un caleidoscopio de tiendas de artesanos y comerciantes locales para comprar joyas y tejidos hechos a mano. Luego, dirígete a la parte moderna de la ciudad en tu crucero a Jerusalén y prueba deliciosos clásicos de Oriente Medio, como falafel, hummus y shawarma.

Sagrada para tres de las principales religiones del mundo, Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo. Con una historia que se remonta al año 4000 a.C., los estragos del tiempo y los conflictos generacionales no han desmoronado su fascinante arquitectura. Contempla el Muro de las Lamentaciones, que es todo lo que queda del legendario Segundo Templo, observa cómo la luz del sol rebota en la Cúpula de la Roca, de tejado dorado, o en la resplandeciente Mezquita al-Aqsa, de plata.

Situada a menos de una hora en coche de Ashdod, te sentirás arrastrado por la magnitud y la belleza de esta preciada ciudad. Pasea por la Ciudad Vieja y seguro que encuentras un caleidoscopio de tiendas de artesanos y comerciantes locales para comprar joyas y tejidos hechos a mano. Luego, dirígete a la parte moderna de la ciudad en tu crucero a Jerusalén y prueba deliciosos clásicos de Oriente Medio, como falafel, hummus y shawarma.

Limassol es la segunda ciudad más grande de Chipre, situada en la costa sur de la isla. Pasea por el casco antiguo, una parte histórica de la ciudad con elegantes cafés, restaurantes, tiendas, bares, el antiguo puerto pesquero y el antiguo barrio turco. Visita el Castillo y Museo Medieval, escenario de espectaculares jardines sombreados y de una boda del siglo XII entre Ricardo Corazón de León y Berengaria. Báñate y haz un picnic en Petra tou Romiou, el lugar donde se dice que la diosa griega Afrodita emergió del mar.

Mientras estés en el mar, tómate tu tiempo para recargar energías antes de la siguiente aventura. Túmbate junto a la piscina, déjate mimar en el spa, saborea los manjares o explora los lugares a bordo, hasta llegar al siguiente destino increíble.

Mientras estés en el mar, tómate tu tiempo para recargar energías antes de la siguiente aventura. Túmbate junto a la piscina, déjate mimar en el spa, saborea los manjares o explora los lugares a bordo, hasta llegar al siguiente destino increíble.

Roma, Italia: Civitavecchia fue fundada en el año 108 d.C. por el emperador Trajano y desde entonces ha servido fielmente como puerta de entrada a Roma, la capital de Italia. Antaño centro del Mundo Antiguo desde el que los emperadores gobernaban casi toda la civilización occidental, Roma sigue siendo una meca cultural. Sólo unas pocas ciudades del mundo pueden presumir de un nivel tan bien conservado de arquitectura, arte e iconografía religiosa. Hay una enorme riqueza cultural e histórica por descubrir en un crucero a Roma. Visita las antiguas salas del Coliseo, con capacidad para 50.000 personas, contempla los techos de la Capilla Sixtina en la Ciudad del Vaticano y pasea por el Museo Capitolino. La destreza culinaria romana es respetada y apreciada en todo el mundo. Prueba la auténtica pizza, abundantes cuencos de pasta fresca, excelentes quesos, vinos, marisco y deliciosos postres como el tiramisú y el helado en trattorias familiares que llevan siglos preparando estos platos tradicionales. Pasea por las plazas empedradas y dirígete a las estrechas calles laterales, donde seguro que encuentras tiendas de artesanía y hermosas boutiques llenas de magníficos accesorios hechos a mano y artículos para el hogar, como recuerdos y souvenirs.